sábado, 21 de mayo de 2011

Polémica por la nueva sede del Museo del Cine

 Se discute si el edificio es apropiado y la construcción de una bóveda para el archivo.
Hace días parecía que se había alcanzado la solución definitiva: fue cuando el ministro de Cultura porteño Hernán Lombardi anunció que el 22 de junio se inaugurará la nueva sede para el Museo del Cine “Pablo Ducrós Hicken”.

Es que a pesar de contar con una de las colecciones de archivos cinematográficos más importantes de Latinoamérica –en 2008 se encontró una copia íntegra y sin censura de la mítica Metrópolis de Fritz Lang– hace cuarenta años que la institución viene deambulando por distintas sedes transitorias, seis en total, hasta recalar el galpón de Barracas donde actualmente funciona. Decir funciona resulta incluso exagerado. Dada la precariedad de las instalaciones, el acervo del museo está cerrado al público y solo es accesible a los investigadores que se animan a estos depósitos industriales donde libros y guiones históricos están guardados en cajas de cartón, al amparo de la humedad, y las latas de fílmico se pudren.

Consciente de este drama, Lombardi dispuso la habilitación de su sede definitiva en un anexo de la Usina de la Música, ubicado en Caffarena 49, La Boca. Parecía el final del problema, si no fuera por la reacción del personal del museo, que se niega al traslado. Nicolás Bartolucci, ex delegado de los trabajadores del Museo y actual portavoz de su asamblea, argumenta que, sencillamente, las colecciones no caben en este edificio. Y que el anuncio de la nueva ubicación sólo tiene sentido dentro del marco de la campaña: “es una inauguración improvisada para la foto”, dijo.

Atrás de esta postura también están los diputados porteños de la oposición quienes consideran que solo se trata de una operación de maquillaje. El martes pasado, la comisión de Cultura de Legislatura votó a favor de un proyecto de ley para la declaración de la emergencia patrimonial de las colecciones del Museo. El proyecto, de la diputada Rocío Sánchez Andía y Fernando Sánchez, ambos de la Coalición Cívica (C.C.), obliga al Ejecutivo a construir una bóveda de conservación para los rollos de película, que respete los estándares establecidos por la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (F.I.A.F.). Esta sería la primera de una larga lista de medidas para frenar el deterioro de las películas que, según estos expertos, en las condiciones actuales no durarían más de diez años.

Lombardi, por su parte, dijo a Clarín que su iniciativa soluciona parte del problema: todo el material de exhibición del Museo vuelve a ser accesible al público. Respecto de la bóveda para conservar el archivo, explicó: “hace muchos años que ese archivo está en malas condiciones de conservación: no sólo estamos de acuerdo en que hay que construir un depósito especial; la licitación de esa obra ya está programada, para septiembre”. Respecto de la queja de los trabajadores, que la colección no va a entrar en la nueva sede, el ministro explica que “no puede estar en en el mismo lugar, porque parte del material fílmico que se conserva contiene nitrato, que es autoexplosivo”.

El nudo de la cuestión es esta bóveda, que para los autores del proyecto es la protagonista, pero que en el plan oficial recién aparece en una segunda etapa. Los entendidos calculan que su construcción rondaría los diez millones de pesos. No por nada, el proyecto propuesto por la C.C. ahora tendrá que pasar por la comisión de presupuesto.

RECREACION DE LOS PARAGUAS DEL 25 DE MAYO

               

Tango y milonga en el aniversario del Obelisco

El Obelisco porteño, símbolo arquitectónico de la Ciudad y punto de referencia y encuentro de los vecinos, cumple 75 años el lunes. El festejo comenzará a partir de las 15 en Corrientes y Av. 9 de Julio.

                        

Por iniciativa de la Secretaría de Inclusión y Derechos Humanos, durante la celebración, a la que asistirán familiares del arquitecto que construyó el monumento, Alberto Presbich, se repondrán cuatro placas faltantes en la Plaza de la República y se repartirán ejemplares de la Constitución y escarapelas, en el marco de los festejos por la semana de mayo.

Las placas que se agregarán recuerdan una a Prebisch, otra al día en que se izó por primera vez la bandera nacional, y la cuarta reproduce el poema que le dedicó al monumento Baldomero Fernández Moreno.
El evento, organizado por el Gobierno porteño, contará con una recreación de la música de hace 75 años organizada por el Ministerio de Cultura porteño. Raúl Lavié cantará el tango "Nostalgias" y los campeones de Baile de la Ciudad bailarán tangos, valses y milongas. Mientras, el Ministerio de Espacio Público lanzará obras de reacondicionamiento de la pintura y exteriores del Obelisco.

El Obelisco fue diseñado por el arquitecto Alberto Prebusch, es una pirámide egipcia de 67 metros de altura, y fue construido en conmemoración de la segunda fundación de Buenos Aires.
Se alza donde 470 años atrás estuvo el precario y grueso madero sobre el que juró, apoyando su espada, Don Pedro de Mendoza.

Asimismo, recuerda el sitio exacto donde flameó por primera vez la bandera nacional, en la torre de la iglesia de San Nicolás, el 23 de agosto de 1812,donde hoy está la Plaza de la República, en el cruce de las avenidas Corrientes y 9 de Julio.

 La idea de Prebisch, un arquitecto precursor del modernismo en la Argentina, fue resolver con elegancia y monumentalidad el triple cruce de estas dos importantes avenidas porteñas, a las que se agregaba la reciente Diagonal Norte.

 La construcción demandó 680 metros cúbicos de cemento y 1360 metros cuadrados de piedra blanca y costó unos 200 mil pesos moneda nacional, durante la presidencia de Agustín P. Justo.
 Los 150 obreros que levantaron el Obelisco y su diseñador debieron sortear la dificultad del paso de los túneles de las líneas de subte C y D, para lo que recurrieron a avanzadas técnicas de construcción mediante el emplazamiento de bóvedas en su fundamento.

 Técnicamente, el edificio es una estructura hueca con una sola puerta de entrada y cuatro ventanas en su cúspide, a la que sólo se puede llegar por una escalera recta, de aproximadamente 200 escalones.
 En un principio estuvo recubierto por roca calcárea de San Luis, pero los movimientos provocados por el paso del subterráneo provocaron numerosos desprendimientos y obligaron a sus constructores a quitar la roca y pintar su cubierta con pintura al látex, como se lo observa hoy.

Humor de smokin

Les Luthiers estrenará su nuevo espectáculo número treinta y cuatro "¡Chist!" en la Ciudad, del 3 al 11 de junio en el teatro Gran Rex.

                                  


La nueva obra cuenta con los textos astutos que los representan y música en vivo tocada por instrumentos de propia autoría, bajo los arreglos y dirección de los cinco integrantes.

"¡Chist!" ya tuvo su presentación con gran éxito durante el mes de mayo en Rosario, y en junio llega a la Ciudad para los fanáticos del humor intelectual con seis funciones durante dos fines de semana, que comienzan los viernes y sábados a las 21:30 y los domingos a las 20, en el teatro Gran Rex, Av. Corrientes 857.

Les Luthiers es un grupo argentino de humor que utiliza la música como un elemento fundamental de sus actuaciones, tocada con instrumentos informales, creados a partir de materiales de la vida cotidiana. De esta característica, proviene su nombre, que en francés significa "creadores de instrumentos musicales".
Está compuesto por cinco músicos profesionales: Marcos Mundstock, Carlos Núñez Cortés, Carlos López Puccio, Daniel Rabinovich y Jorge Maronna. Originalmente eran siete integrantes.

El grupo comenzó su trayectoria en la segunda mitad de la década de 1960 en la ciudad de Buenos Aires.

Literatura francesa para todos los porteños

La primera Semana del Libro Francés en Buenos Aires comenzó este lunes y se extenderá hasta el próximo domingo, como parte de las actividades de Buenos Aires Capital Mundial del Libro 2011.
                                      

Durante toda la semana las librerías más destacadas de la Ciudad tienen como protagonistas a ejemplares franceses traducidos al castellano, para que el público porteño pueda conocer y disfrutar más obras y acentuar las relaciones entre ambos idiomas y culturas.

Esta primera edición cuenta con un tentador programa. Entre los eventos destacados están dos encuentros con Dominique Fabre, reconocido autor de ficción por sus obras "La mesera era nueva" y "Los tipos como yo" publicado por la editorial Beatriz Viterbo. El primero se realizó en la Plaza San Martín, junto a la Torre de Babel levantada por la artista Marta Minujín, el lunes a las 18 y el otro en la librería Eterna Cadencia, Honduras 5574, el miércoles a las 19.

Además, se llevarán a cabo actividades relacionadas con la literatura infantil el jueves de 9 a 16:30 en Opción Libros, Centro Metropolitano de Diseño, Algarrobo 1041, una maratón nocturna de cine de autoría francesa el viernes de 23 a 7, en la Alianza Francesa, Av Córdoba 946, y una tarde en el Jardín Botánico el domingo 22 de 14 a 18.

El evento es organizado por el Ministerio de Cultura porteño y la Embajada de Francia, en el marco del Tándem París - Buenos Aires.

Concierto al pie de La Torre de Babel

La Orquesta L´arte del mondo, dirigida por el maestro alemán Werner Ehrhardt, ofrecerá este jueves a las 13 un concierto gratuito en Plaza San Martín.

                                

La obra de Marta Minujín, que permanecerá emplazada en ese sitio de la ciudad hasta el 28 de mayo en el marco de Buenos Aires Capital Mundial del Libro.

El repertorio del concierto incluirá obras de Gluck: Alceste; Mozart: Júpiter, y Beethoven: Sinfonía N° 7.
Frente al escenario se colocarán mil sillas a disposición de los espectadores.



Por otra parte, el sábado 21, la orquesta se presentará a las 13 horas en el espacio Terraza del Centro Cultural Recoleta, Junín 1930, con entrada libre y gratuita.

 La orquesta l'arte del mondo, la cual sigue la tradición de la llamada música antigua, fue fundada en 2004 por el director Werner Ehrhardt. Éste es el punto de partida de un conjunto cuyo trabajo se ha consagrado por el uso de instrumentos modernos y además por su repertorio del período romántico.

Tan pronto como fue fundada, le siguieron múltiples invitaciones a renombrados festivales y sucesivos conciertos como los Ludwigsburger Schlossfestspiele, el Beethovenfest en Bonn, el Konzerthaus de Berlín o la Cité de la Musique de Paris, como su trabajo en cooperación con la WDR y la radiodifusora al al emana.
Como solistas se cuentan entre otros Daniel Hope, Reinhold Friedrich, Viktoria Mullova, Simone Kermes, Xavier de Maistre, Chen Reiss, Ahmet Özhan y Uri Caine, invitados regulares de l'arte del mondo.

En la temporada del 2009/2010 actuó L'arte del mondo en la Tonhalle de Düsseldorf, en el  Festspielhaus de Baden-Baden, en el Nikolaisaal Potsdam, en la Herkulessaal en Múnich, en los Schwetzinger Festspiele, los Händelfestspiele en Halle como también las Musikfestspiele Potsdam-Sanssouc, entre otros escenarios internacionales.

La Fuente Monumental "Las Nereidas" cumple el sábado 108 años desde su construcción.

 La obra de mármol realizada el 21 de mayo de 1903 se encuentra ubicada en la Costanera Sur de la Ciudad.

                              


La creación representa a las nereidas asistiendo al nacimiento de la diosa Venus y fue realizada por la escultura argentina Dolores Mora de Hernández en mármol blanco de carrara.
La Fuente construida en Roma a pedido del intendente de la ciudad de Buenos Aires, Adolfo Bullrich, fue trasladada a Buenos Aires en pequeños trozos que luego fueron armados.

En un principio, la obra debía ir ubicada en Plaza de Mayo, donde actualmente se encuentra la Pirámide de Mayo, pero la polémica causada por estas compuesta por figuras desnudas provocó que se armara en otro lugar. Así fue que el 21 de mayo de 1903 se inauguró en el Parque Colon, en lo que era la intersección del Paseo de Julio, actual Avenida Leandro N. Alem con la calle Cangallo, hoy Juan Domingo Perón, cerca de la Casa Rosada.

Igualmente, los grupos moralistas, no conformes con el lugar, continuaron haciendo presión hasta que fue trasladada frente a la entrada sur de la Reserva Ecológica, en esa época, alejado de la urbanización.
Sin embargo, en 1997, el Poder Ejecutivo Nacional la declaró Bien de Interés Histórico Nacional.
El monumento, de filiación renacentista y formas y texturas de estilo barroco, representa el nacimiento de Venus. Se halla realizado en mármol blanco y su base representa una gran valva de molusco rodeada de tres grupos formados cada uno de ellos por un magnífico corcel sumergido en el agua de la valva. Cada animal es sostenido por la brida por un atlético varón desnudo. Pero en un acto de vandalismo las bridas fueron rotas y reemplazadas por sogas. Estos varones son los tritones, servidores del cortejo de Poseidón. En la valva se levanta un pilar de roca rústica sobre la que se arrodillan dos nereidas desnudas o sirenas que sostienen una valva pequeña. Sobre ésta se encuentra sentada la Diosa Venus representada por otro desnudo femenino. El espejo de agua de la fuente que rodea el conjunto refleja todo el motivo.

Una casa y una historia de amor

Una casa y una historia de amor 

En Barracas y en la Ciudad es muy conocida la trágica historia de Felicitas Guerrero, aquella joven viuda asesinada por un pretendiente despechado y que originó una leyenda. Pero en ese barrio, otra leyenda también evoca el triste final de una vida breve aunque llena de una carga quizá mucho más romántica: la de Elisa Brown, la hija mayor del máximo héroe naval de los argentinos, el almirante Guillermo Brown.

Elisa había nacido el 31 de octubre de 1810 en Inglaterra y, junto con sus padres, vivía en la famosa Casa Amarilla que la familia tenía en las cercanías del actual cruce de la avenida Martín García y Bolívar, a metros de donde hoy está el Parque Lezama. Por eso es que esa zona vecina aún sigue conociéndose con esa denominación. La Casa Amarilla que ahora se ve sobre la avenida Almirante Brown es una réplica de aquella residencia, entonces cercana al río.

Con apenas 17 años, la adolescente (con autorización de sus padres) inició un noviazgo formal con un joven, siete años mayor, que frecuentaba la residencia. Se llamaba Francis Drummond, había nacido en Escocia y era uno de los oficiales de la joven armada nacional que lideraba Brown. Dicen que la alameda que rodeaba la casona fue el escenario para aquel romántico encuentro entre esa chica de impactantes ojos azules y el apuesto marino. Cuando ocurrió la tragedia, Drummond ya se había destacado en combate, peleando en la batalla de Juncal. Eran los tiempos de la guerra con el Imperio del Brasil y los marinos argentinos derrochaban heroísmo en cada acción. Para entonces, el oficial ya tenía el grado de mayor y estaba al mando del bergantín Independencia.

Entre el 7 y el 8 de abril de 1827, frente a la Ensenada de Barragán cuatro naves argentinas enfrentaron a una veintena de barcos de la flota imperial. Se lo conoce como el combate de Monte Santiago y fue la mayor derrota naval argentina de ese momento histórico. Pero no estuvo exento de heroísmo, entre cuyas acciones se destaca lo hecho por Drummond quien, con su barco varado, muy averiado y después de agotar sus municiones, llegó en un bote hasta la goleta Sarandí para buscar reponerlas y volver a su nave para seguir combatiendo. Para entonces ya estaba herido: una esquirla de cañón le había volado una oreja. Fue allí que recibió la herida mortal que terminaría con su vida.

Drummond murió en los brazos del almirante Brown, quien luego le dio la mala noticia a Elisa, junto con el anillo que su amado, en su agonía, había pedido que le entregaran. A él lo enterraron con los honores correspondientes a un héroe (una calle lo recuerda en Nueva Pompeya). Ella lo soportó con estoicismo, pero ya había perdido su sonrisa para siempre.

Ocho meses después, el 27 de diciembre de ese mismo año, Elisa Brown murió ahogada en las aguas del río, en cercanías de la famosa Casa Amarilla. Dicen que había ido a bañarse junto con uno de sus hermanos y que una ola traicionera la atrapó en un pozo. La leyenda afirma que ese día era la fecha prevista para su casamiento y que, cuando murió, Elisa llevaba puesto un vestido de novia y aquel anillo. Y recuerdan que su muerte conmovió tanto a la ciudad que en su cortejo hubo unos 50 carruajes.

En Ruy Díaz de Guzmán, la avenida Martín García y la calle Pi y Margall, en Barracas, hay una pequeña plazoleta triangular que lleva el nombre de Elisa Brown. Un monolito de granito rojo alude a aquella Casa Amarilla. La placa de bronce que recordaba a la joven ya no está más. Cuentan que el almirante jamás pudo reponerse del lamentable final de la vida de su hija y que su tristeza se reflejaba muchas veces cuando lo veían, abrumado, con la mirada fija en el río. Pero esa es otra historia.

El Conventillo de la Paloma lucha para no desaparecer

 El mundo del viejo conventillo que inspiró el sainete de Vacarezza soporta hoy tensiones legales. Mientras los inquilinos buscan protección patrimonial, la obra vuelve a contar la vida inmigratoria. Inquilinos y herederos pujan por la histórica casa.

La entrada real. Está en Serrano 156. Allí viven hoy 17 familias, unas 50 o 60 personas, de otra ola de la inmigración. La original estaba compuesta por españoles, italianos, árabes y judíos que trabajaban en una fábrica 
Mientras los comediantes del Conventillo de La Paloma salen a escena, los habitantes del Conventillo de la Paloma vuelven a sus piezas después de sus trabajos y sus días arduos de Buenos Aires 2011.

Hay dos conventillos y uno es la representación del otro. En el Teatro Nacional Cervantes, una nueva versión de la obra de Alberto Vacarezza (de 1929) convoca a sala llena y el drama, con algo de circo criollo y patio de tango, configura el sainete, que no ha muerto y sigue bien vivo en la Ciudad. El otro conventillo, el de Serrano 156, es el real y el drama es una puja que no cesa. Sus habitantes pugnan por no ser expulsados de sus habitaciones . Hay herederos (falsos herederos, según los habitantes de La Paloma) que vienen persiguiendo su propiedad, y hay inquilinos del conventillo que, sin embargo, no pagan alquiler.
“Nosotros, los habitantes actuales, somos la continuidad de los antiguos inmigrantes, trabajadores como ellos, y luchamos para que esto sea patrimonio cultural”, dice Abel Acosta, morador.

La política está en el epicentro de todo. Fernando Pino Solanas y Claudio Lozano apoyan a los habitantes del conventillo y defienden su derecho a quedarse donde están, porque están defendiendo, de acuerdo a esa visión, un patrimonio que sostienen y al que le dan vida cotidiana.

De Buenos Aires, la Reina del Plata, la de los barcos que llegaban al Hotel de Inmigrantes, a Buenos Aires 2011, de piquetes, okupas y disputas por un lugar para vivir, la historia misma del Conventillo traza un arco que exhibe las dos facetas –¿antagónicas?–, de tiempos muy diferentes, aunque coincidentes en la aridez cotidiana de la vida misma.

Todo empezó, según cuenta Acosta, alrededor de 1888.

Había una fábrica de zapatos por allí cerca, en Villa Crespo. En la fábrica trabajan hombres solos, que llegaban solos desde ultramar: Italia, España, el Medio Oriente, Europa Central... Trabajaban 12 horas y volvían al conventillo que había sido rentado, o tal vez comprado por los dueños de la fábrica para que allí vivieran sus obreros. Eran hombres solos y entonces, en algún momento ya por los años 20, tal vez, a alguien se le ocurrió llevar una mujer al conventillo: la Paloma. Llegó desde los prostíbulos del Bajo. Y los hombres hacían cola para llegar hacia ella.

Pero no era solo sexo lo que buscaban, aunque buscaban sexo, claro está. Un conventillo de hombres era la perfecta “invención de la soledad” y La Paloma atraía con su cuerpo pero también enamoraba. Y los inmigrantes se enamoraban de ella y la querían de cuerpo y de alma también. Esa fue la historia y esa es la clave de la obra de Vacarezza, plagada de humor simple, de serenatas a la dama, que desde un altillo miraba a la cohorte de deseantes que iban en procesión pacífica y a veces belicosas para obtener su cuerpo y su utópico amor.

En ese entonces había 110 piezas en la vivienda colectiva de Villa Crespo. Era tan grande que había autos que podían surcarla de Serrano a Thames, porque la edificación iba desde una cuadra hasta la otra. Vivían unas cuatro o cinco personas por pieza. En total, y en años de furor demográfico, cuando ya los hombres habían traído a sus mujeres e hijos de sus tierras, llegaron a vivir 400 personas.

Había solo dos baños para todos ellos. Había más pendencia en la cola del baño que en el balcón de la deseada Paloma. Y había pocos criollos nativos.

Hoy viven 17 familias en el conventillo, unas 50 o 60 personas. Son inmigrantes, pero mayormente del interior, del noroeste especialmente. Hay algunos, pocos, bolivianos y paraguayos, Antes, las fiestas del conventillo cohesionaban y alegraban la vida dura. Antes llegaban los bandoneones y el tango se bailaba y coreaba con acentos de mil países, que al fin fraguaron el lunfardo. Hoy las fiestas siguen con el mismo espíritu porque la vida sigue tan dura como entonces, aunque con otros dramas. A veces, los sábados, a la puerta de Serrano 156 llegan las murgas y todos bailan y celebran. El Club Atlanta manda entre los habitantes del sitio y el sábado 7 de mayo, cuando salió campeón de la B, la fiesta fue de mate y murga, y de procesión futbolera de hinchas campeones que iban y venían por las calles del Villa Crespo y alegraron con el frenesí de la victoria, las piezas del conventillo, como si todos hubieran sido campeones ese día.

Dentro de las instalaciones del Club Atlanta hay una leyenda singular: “Atlanta jamás será vencido”. No es un enunciado fáctico, porque así en el fútbol como en la vida, se gana y también se pierde. Es un lema más profundo que puede trasladarse a muchas cosas. Por ejemplo a ese lugar donde La Paloma despertó pasiones, reyertas y amores imposibles.

Porque El Conventillo de La Paloma, jamás será vencido.

Se construirá en la Argentina el primer hotel 6 estrellas del continente.

                             

El nuevo hotel estará en Puerto Madero y su construcción que comienza el 1 de junio próximo- estará a cargo del grupo mexicano Vidanta.

Se llamará "Mansions of the world".

Estará finalizado para junio de 2013, dándole empleo a alrededor de quinientos argentinos, siendo este el único personal a contratar.

El novedoso alojamiento, impulsado a través de la misión multilateral de inversiones recientemente llevada a cabo en México de la que participó el Instituto Nacional de Promoción Turística (Inprotur), tendrá un mayordomo por piso que se ocupará de atender las necesidades de los huéspedes, dándole un estatus equiparable sólo a los hoteles de Oriente Medio.

Un reloj de lujo homenajea a Buenos Aires

La ciudad de Buenos Aires ya tiene su propio reloj de lujo. Se trata del Luminor Chrono Daylight de la firma Officine Panerai.

                      

La ciudad de Buenos Aires ya tiene su propio reloj de lujo. Se trata del Luminor Chrono Daylight de la firma Officine Panerai; una edición limitada exclusiva que se creó para la boutique que la compañía ítalo-suiza posee, desde hace dos años, en la recoleta avenida Alvear.

El exclusivo modelo que se puede obtener por u$s 12.700 atrae a clientes y coleccionistas interesados en piezas únicas de alta gama. De hecho, sólo se hicieron 85 ejemplares de esta nueva versión que se distingue por haber sido creada en color negro gracias al tratamiento DLC (diamond like carbon) que puede apreciarse en su caja de 44 mm y que le otorga dureza y resistencia, entre otras virtudes. Esta tecnología incluso, se ha aplicado, tal como indica Julio Sato, Brand Manager de Panerai para América Latina y Caribe, “en los dos pulsadores, la corona y su dispositivo protector, que se ha consolidado como el claro sello distintivo de los relojes Luminor y que tiene la doble función de proteger la corona y garantizar su hermeticidad” -hasta 100 metros- lo que lo hace ideal para los amantes de la navegación entre otros usuarios.

Asimismo, las agujas de este exclusivo modelo son “azul-celeste” y remiten a la bandera argentina. Además, en el fondo de la caja se puede ver grabado el nombre de la ciudad. Otro detalle estético atractivo es la correa de búfalo, lo que lo hace, junto con la caja en DLC, “un reloj ecléctico tal como la ciudad de Buenos Aires”.

Pero más allá de su innovadora apariencia, el Luminor Chrono Daylight se destaca por ser un cronógrafo con indicador de fecha y dotado del calibre Panerai OP XII, con movimiento automático, 27 rubíes y masa oscilante y puentes con ornamentación. También posee una reserva de marcha de 46 horas y un dispositivo antichoque. Por si fuera poco cuenta con la certificación de cronómetro COSC; y su esfera está protegida por un cristal de zafiro antirreflejante de 2.5 mm de espesor lo que le confiere resistencia al agua incluso en grandes profundidades.

Vale decir, por otra parte, que la cosmopolita Buenos Aires es la única ciudad en América Latina que posee boutique Panerai y, ahora, edición especial así como también lo tienen las atractivas Nueva York, Florencia, Madrid, París, Hong Kong, Shanghai y Tokyo, entre otras. De todas maneras, los lujosos e internaciones relojes de la marca se distribuyen también en Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá y Venezuela.