martes, 19 de abril de 2011

Tenes chicos y queres ir a comer afuera. Esta es la lista de los 10 restaurantes para ir con chicos en Buenos Aires

Cocinar para el batallón o salir a comer afuera; he ahí un dilema del que las familias empiezan a liberarse gracias a los child friendly. En estos espacios los chicos son más que bienvenidos.


El Padrino
Este enorme restaurante de la Costanera es ideal para niños de todas la edades porque el espacio para ellos es grandísimo y los juegos, variados. Los más chiquititos -hasta tres años- tienen la pileta con miles de pelotas y una calesita de las que se mueven dando vueltas el manubrio. Los de un par de años más grandes saltan en el inflable; los de seis y siete pueden jugar al Metegol, y más crecidos ya apuntan a los juegos de PC.
Para ellos hay también un menú infantil ($25,50) que incluye una pasta a elección, o una milanesa de peceto con papas fritas o puré, y un helado. No incluye bebida.
Rafael Obligado 6920, Costanera Norte. T: 4781- 4110. Web. Todos los días mediodía y noche. Sólo AmEx y Visa.


La Escondida
Con un estilo canchero, esta parrilla que tiene dos sucursales, una en Palermo y otra en Núñez, apuesta por la buena calidad de la carne, un ágil salad bar y un servicio joven y mixto, vestidos con los colores del campo. En la de Núñez el área para los chicos es más chica que la de Palermo, pero igual de divertida. Es un espacio, un par de escalones más abajo que el patio, con una trepadora de red de soga y tobogán. La sucursal de Palermo cuenta con una habitación más grande donde hay un puente de madera, una tele, hojas y lápices para dibujar, bloques para hacer torres y muñecos de goma para sentarse encima y rebotar. No hay menú infantil.
Costa Rica 4464, Palermo. T: 4833-9138 y Arcos 3200, esquina Campos Salles, Nuñez. T: 4701-1648. Todos los días mediodía y noche.



Ravello
Este restaurante del chef y propietario Javier Harari ha conseguido amalgamar la buena cocina con los sabores sencillos a los que están ¿mal? acostumbrados los niños. Todos los fines de semana, un payaso en zancos los recibe en la vereda. En una típica casona en esquina, en Palermo, el patio con luz natural. Allí, acompañados por una chica, siguen los trucos de un mago que los divierte y les arma figuras con globos. Llegada la comida, cada uno vuelve a su mesa, sin perderse movimiento del mago nariz de payaso.
Los chicos cuentan con el menú Ravellito toda la semana: ñoquis con salsa o milanesa o pechuguita de pollo con papas fritas o puré, una chocotorta o helado y una bebida, además de una bolsita sorpresa ($30).
Honduras 5906, esquina Arévalo, Palermo. Tel: 4770-9400. Web.  Abierto de martes a domingo. En enero, no hay animación para los chicos. El resto del año, sólo los fines de semana.


Canté Pri
Bar lúdico, talleres de acrobacia, teatro y música. Galletitas, chocolatada, pizzetas y otros bocaditos preferidos por ellos, sólo los fines de semana. Los sábados a las 20:30 hay espectáculos de circo, con entrada
Charcas 5216. Tel: 4777-7236.


Pequeña Sociedad
Para chicos de 1 a 5 años. El acento está puesto en el juego llevado a cabo por profesionales (no es que sólo los cuidan...) que trabajan en grupos por edades. Para los grandes hay un bar con una carta breve (ensaladas, tartas, sándwiches). Los chicos tienen menú infantil (bocaditos de pollo, milanesa de peceto, sándwiches, panchos y demás minutas caseras). Durante el fin de semana hay una promo de 1 hora de juego y el almuerzo por $20.
Manuela Pedraza 2311. Tel: 4701-4960. Web




Garbis
Restaurante de cómida árabe y armenia. Funciona con un menú a la carta o un menú fijo ($69, noches de viernes y sábados y domingos todo el día y $59, para el resto de los días). No hay menú infantil. Los más chicos cuentan con un espacio con juegos de mesa y de PC, disfraces, materiales para dibujar y atención de maestras jardineras.
Monroe y 11 de Septiembre, T: 4789.9300. Lerma y Estado de Israel, T: 4866.4000. Scalabrini Ortiz y Cerviño, T: 4511.6600. Web



La Payuca
Parrilla, horno de campo y mate bar. Gran espacio para los chicos con tobogán, túneles, disfraces, maquillaje, juegos didácticos y talleres plásticos. Menú infantil (plato principal y postre) $24.
Santa Fe 2587. Tel: 4823-9330 y Arenales 3443. Tel: 4825-5959. Web


Don Battaglia
Restaurante parrilla de carta interminable y salón especial para chicos, atendido por personal entrenado. En el salón principal hay pantallas para monitorear sus actividades. El menú infantil incluye plato principal, bebida y postre ($23,90).
Scalabrini Ortiz 802, esquina Castillo, Villa Crespo. Tel: 4773-0484/0597. Web



Alé Alé
De la misma cadena que Don Battaglia, un gran salón que se completa en horas pico (conviene ir temprano o ir dispuesto a esperar mesa mientras se consume generosas porciones de maní con cáscara). El menú infantil, al igual que en Don Battaglia, es de $23,90.
Estado de Israel 4503. T: 4867-4618/1902, Almagro. Web


Casimiro
Emblemática cadena de restaurantes pensados especialmente para comer con niños algo más nutritivo que en los fast food. Cocina mediterránea, platos para celíacos, enorme plaza de juegos para chicos de 3 a 12 años. Plaza blanda, laberintos, jungla, video juegos, talleres. Monitores en el salón principal. Concurridísimo los fines de semana.
La Pampa 1549. T: 4780-3079. Web
Hay sucursales en Caballito, San Isidro, Pilar y Mar del Plata.


Librerías con cafés de Buenos Aires

La ciudad de Buenos Aires está plagada de atractivos tanto para sus residentes como para los turistas que la visitan. Su nutrida agenda cultural, la cartelera teatral, sus librerías, los barrios históricos y sus cafés son algunos de los imanes que atraen a quienes deciden transitar sus calles con mirada curiosa sin que nada les pase inadvertido.

En este sentido, desde hace un tiempo, algunas de sus librerías han decidido conjugar bajo un mismo ámbito varios de los principales atractivos que ofrece la ciudad. Así nacieron las que adicionaron a la venta de libros la posibilidad de saborear un humeante café y degustar exquisiteces mientras se consultan las páginas del autor favorito, porque, hay que decirlo, en estas librerías los ejemplares están al alcance de la mano como en ninguna otra. Solo basta con recorrer los estantes, elegir un título y entregarse a la lectura acompañada por una buena taza de café.

5 opciones donde esa combinación es posible:


EL ATENEO GRAND SPLENDID

Es la librería más grande de Latinoamérica y considerada una de las más bonitas del mundo. Se levanta en el mismo espacio en el cual funcionaba el Cine Teatro Gran Splendid, diseñado por los arquitectos Peró y Torres Armengol e inaugurado en 1919. La sala era uno de los ámbitos ineludibles para los cinéfilos, melómanos y amantes del buen teatro. Por su escenario desfilaron desde Carlos Gardel hasta Lola Membrives, y en su pantalla se estrenaron clásicos del cine mudo como Juan sin ropa y la primera película sonora exhibida en Buenos Aries: La divina dama. Todavía hoy es posible recorrer sus pasillos rodeados de libros y deslumbrarse con una arquitectura imponente y bien conservada.
En el espacio que funcionaba como escenario, hoy se levanta un coqueto café desde cuyas mesas se aprecia la cúpula pintada en 1919 por Nazareno Orlandi y que constituye una representación alegórica de la paz como festejo por el fin de la Primera Guerra Mundial. Paul Auster, Mario Vargas Llosa, Ernesto Sábato, Andrés Rivera y Mario Benedetti son solo algunos de los escritores que han presentado sus libros o simplemente recorrido sus pasillos. El local abarca más de 2000 m2 en cuatro plantas de exhibición y venta de sus más de 120.000 títulos en stock. Además, cuenta con un sector destinado a disquerías y venta de filmes en formato dvd. Los viernes y sábados está abierta hasta la medianoche.
Ateneo Grand Splendid.
Av. Santa Fe 1860, Capital Federal.
T: 4813-6052 / 4811-6104
http://www.tematika.com/



CLÁSICA Y MODERNA

Es uno de los espacios emblemáticos que marca el latido cultural porteño. Forma parte del circuito de bares notables y por su importancia fue declarado Sitio de Interés Cultural por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Don Francisco Poblet, junto a su mujer Rosa Ferreiro, la fundó en el año 1938. En 1987 se transformó en un espacio donde se conjugan libros, espectáculos musicales, café y una exquisita gastronomía. Hoy, Clásica y Moderna está dirigida por Natu Poblet, quien es la responsable de la refinada cartelera artística que se renueva de lunes a lunes. Un sitio de trascendencia internacional que no puede dejar de visitarse.

Clásica y Moderna.
Callao 892, Capital Federal.
T: (011) 4812-8707 / 4811-3670
http://www.clasicaymoderna.com/


CRACKUP


En el corazón de Palermo, este espacio fusiona librería, café y un sector destinado a la realización de eventos y dictado de cursos. Además, funciona anexada una editorial que posibilita el acceso, a partir de cuidadas publicaciones, al trabajo poético de autores noveles que marcan la vanguardia literaria de la ciudad. A pesar de no ser una "librería de viejo" es posible encontrar algunos incunables y volúmenes a precios accesibles.
Crackup.
Costa Rica 4767, Capital Federal.
T: (011) 4831-3502
http://www.crackup.com.ar/








ETERNA CADENCIA
La calidez de sus salas caracteriza a esta librería que ya se ganó un respetable lugar en el circuito porteño. El visitante sentirá que se encuentra como en su propia casa ni bien atraviese el umbral de este emprendimiento que, además de la librería y el café, suma un espacio para charlas y una editorial que publica a nombres jóvenes, pero ya reconocidos, del campo literario argentino como Diego Guebel o Guillermo Piro.
Eterna cadencia.
Honduras 5574, Capital Federal.
T: (011) 4774-4100
http://www.eternacadencia.com/


CÚSPIDE

Su emblemática sede de la calle Florida cuenta con un coqueto café que permite degustar algunas delicias dulces mientras se repasan las páginas de algunos de los volúmenes que convierten a este espacio en uno de los mejores surtidos de la ciudad. Su ubicación, en pleno centro porteño, posibilita el acceso a un numeroso público, incluidos los turistas ávidos de bucear en las letras locales. Se pueden solicitar libros a pedido, un servicio muy utilizado para los que desean rastrear títulos incunables, agotados o de escasa circulación.

Cúspide.
Florida 628, Capital Federal.
T: (011) 328-0575
http://www.cuspide.com/



 

Peluquerías masculinas: descubrí las más extravagantes de Buenos Aires

Ante tanta oferta de peluquerías modernas para hombres, le pedimos a un periodista que testeara el mercado estilístico. Aterrado por la idea de que tergiversaran su look viril, le propuso a un amigo que hiciera de modelo. Crónica de un tour peligroso. 

Ante tanta oferta de peluquerías modernas para hombres, le pedimos a un periodista que testeara el mercado estilístico. Aterrado por la idea de que tergiversaran su look viril, le propuso a un amigo que hiciera de modelo. Crónica de un tour peligroso.

Un señor se paseo a toda prisa por la ciudad buscándole un corte de pelo a un tipo de apellido Peralta. Este señor, ligado por casualidad al boom de la peluquería, tomó como modelo al joven Nicolás Peralta, un argentino muy espontáneo y, además, un talentoso periodista cesante, para ordenarle el peinado. El propósito era hacer un abreviado tour estilístico, ir saltando entre peluquerías, para verificar la peripecia que debe realizar un hombre corriente que quiere renovar su aspecto. En ese sentido, se eligió al joven Peralta no sólo por su dramática disponibilidad de horario, ni tampoco por su cabellera -pelo negro magnético, ondulado por delante, mechas locas alargadas por la nuca y una progresista colita rasta al final-, sino también porque Peralta ama a Leticia y se casará con ella en unos días. El matrimonio lo ha obligado a una sesión de peluquería, y por eso Peralta, a lo largo del tour, representó a un varón al que le ha crecido el pelo y necesita con urgencia unas tijeras.

La ruta del pelo comenzó un jueves. Peralta admitió que no quería un corte radical, dado que estima mucho la filosofía de su peinado, y propuso acortar apenas su look. "¿Quiere que primero analicen su pelo en un local fashion?", preguntó el guía del tour. Peralta, al parecer no acostumbrado a la estética de avanzada, aceptó. En ese momento, se produjo una tensión. Ocurre que el rubro de la peluquería tiene tantas opciones, es tan variado el ego nacional, que el guía quedó paralizado. Antes, cuando los machos solían descuidar con felicidad sus cuerpos, los hombres iban a simples peluquerías de hombres. Eso ha cambiado. Hoy el número de peluquerías unisex es interminable, y la Argentina tal vez se haya transformado en el primer productor mundial de vanidad: en este país las argentinas -también muchos argentinos-, si están enfermas, no acuden al médico, sino que se van directamente a la silla de un peluquero para que les reparen el ánimo. De manera que el guía había perdido el sentido de la orientación y no sabía dónde se encontraba la onda, lo in, lo exclusivo. "¿Dónde está la onda, Peralta?", dijo uno. "Yo soy un chico de casa", respondió el melenudo. En el equipo se inició una discusión hasta que el propio modelo avisó de un destino en Palermo. Y hasta allá se trasladó el nervioso equipo capilar.
LA ONDA

Apenas el joven Peralta ingresó en PH Peluquería, fue atendido por el estilista Christian Onorato, un experto en vanguardia inglesa que hace peinados con cera invisible. El maestro miró al modelo y lo felicitó porque, a grandes rasgos, su peinado tenía espíritu. "¿Qué querés?", preguntó Christian. El modelo se relajó y lanzó su enigmático anhelo: "Quiero el corte colectivero". Si Peralta hubiese ingresado en PH Peluquería disparando una metralleta, no habría provocado un pánico similar. A Christian le brotó un tic.

El corte colectivero, muy en boga entre jóvenes alocados, implica un corte deforme: corto adelante, largo por detrás. Las mechas largas por la nuca quizá respondan a una tradición local. Grandes ídolos argentinos han popularizado la rebeldía capilar: el Che, Mario Kempes, Guillermo Vilas y Maradona han exportado las pelucas desordenadas. "Me gusta el corte colectivero", insistió Peralta. "Qué grande", dijo Christian, con ternura, intuyendo que Peralta es un patriota que con el corte colectivero quiere proteger el último bastión de la melena. Y tras sacudirle la cabeza y cortarle en trance un mechón irregular, Christian despidió a su cliente.
LO ANTIGUO

Peralta llegó a Caballito y se instaló en otro siglo. Ante sus pelos apareció el dueño de la peluquería La Epoca , Miguel Barnes, apodado el Conde de Caballito por sus vestimentas arcaicas. "Esta peluquería fue catalogada el primer museo viviente por la National Geographic", reveló el Conde. La comitiva aplicó una mirada al entorno: navajas del siglo XIX, peinetas Venado, espejos bañados en bronce. Es un museo. Incluso el guía miró aliviado un edicto policial pegado en la pared que prohibía escupir y otro que impedía ingresar con sombrero.


Ante tanta oferta de peluquerías modernas para hombres, le pedimos a un periodista que testeara el mercado estilístico. Aterrado por la idea de que tergiversaran su look viril, le propuso a un amigo que hiciera de modelo. Crónica de un tour peligroso.

El Conde presentó al maestro González, encargado de revisar las mechas del modelo. El maestro González, serio, dictó un criterio: "El joven tiene un corte de línea informal". Es indudable que para el señor González el modelo era un terrorista, y ordenó cortarle las patillas. Peralta, como si le fueran a violar el look, se cubrió sus pelusas: "¡Las patillas no!". El maestro finalmente lo sentó en un sillón, afiló una navaja de 1910, lo ubicó frente a un espejo de media punta fabricado en 1920 y le esculpió la barba. El guía del tour se acercó al modelo y le deslizó un comentario: "Peralta, por favor, no se le ocurra pedir el corte colectivero aquí". Peralta asintió. La búsqueda debía continuar, y la comitiva retornó al siglo actual.
LO CORRECTO

La ruta del pelo, en pos de la normalidad, hizo una parada en Mostacho, una peluquería de hombres atendida por señores robustos, de esos que tosen cuando ingresa un metrosexual. En esta peluquería los clientes no hablan: toman asiento, esperan su turno y al rato se van recortados. El guía mostró el camino y preguntó: "Señor, ¿aquí hacen el corte correcto?". El corte correcto tiene su origen en Chile y consiste en militarizar la apariencia y producir un peinado de carabinero. El peluquero Lucas Figueroa sonrió con calma: "Sí, por supuesto. Consta de laterales y nuca corta, cúspide más larga y raya al costado izquierdo" . "Es eficiente", dijo el guía, pero como Peralta es afín a la modernidad y tiene la esperanza de lucir original en su matrimonio, estaba aterrado. "Che, aquí me van a rapar", confesó conmovido. "Aquí en Mostacho", siguió el peluquero, "usted tiene la certeza de que lo atiende un heterosexual, señor. Y si usted se va a casar, le aconsejo el corte correcto". Peralta esquivó el desafió, dio las gracias y salió a tomar un taxi. Mostacho: Aráoz 2390.
EL CORTE

Peralta finalmente se cortó el pelo en una peluquería moderna de Palermo llamada La Lúdica. Fue atendido por el dueño, el peluquero Rodrigo Montes. En un momento, Peralta, traumatizado, preguntó si hacían allí el corte correcto. A Rodrigo Montes se le acabó el oxígeno. "A ver, si vos venís acá a La Lúdica y me decís que querés el corte correcto, ese de carabinero, me puede llegar a dar taquicardia." Peralta aclaró que le gustaba la modernidad. "¿Y qué corte te gustaría? ¿Desmechado? ¿Londinense? ¿Animé? ¿Vintage?", preguntó Rodrigo. Peralta no varió su estrategia: "Yo quiero el corte colectivero". Rodrigo soltó una risa imaginando una broma. Peralta y el guía lo miraron con seriedad.


Ante tanta oferta de peluquerías modernas para hombres, le pedimos a un periodista que testeara el mercado estilístico. Aterrado por la idea de que tergiversaran su look viril, le propuso a un amigo que hiciera de modelo. Crónica de un tour peligroso.

Y así fue como Rodrigo Montes, profesor internacional de peluquería, hijo de peluqueros, metrosexual confeso, casado, le hizo el corte colectivero: le rebajó el volumen, equilibró el flequillo y respetó la colita rasta. Sucede que Peralta, como todo hombre corriente, busca un sitio natural que comprenda su estilo capilar. No espera ser rasurado por manos fundamentalistas, ni tampoco espera que experimenten con sus patillas o le ofrezcan champagne. Sólo es un hombre que quiere que le corten el pelo como lo usan los conductores de colectivo.

Rodrigo dijo que los hombres suelen hablar cuando les cortan el pelo y relatan, por citar un caso, pormenores de sus orgasmos. Peralta, sin embargo, casi ni habló. Sólo miró con nostalgia cómo caían sus ex pelos. Lo que pasa es que durante el crecimiento del pelo, aunque sea un mísero centímetro, un hombre vive muchas experiencias. Por ejemplo, a lo largo del crecimiento de sus últimos centímetros, Peralta le propuso matrimonio a Leticia, perdió su trabajo, organizó un viaje a otro país y preparó su nuevo hogar. Ese pelo fue testigo de importantes hitos. Pero el joven Peralta ya tenía una novedad sobre la cabeza y podía iniciar otra vida. El tour había terminado y el modelo ya se podía casar en paz.



El patrimonio de la ciudad

Marta Lucía Agostini de Varela
Para LA NACION


Recientemente, Buenos Aires celebró por primera vez el Día del Patrimonio Arquitectónico y Paisajístico de la ciudad según lo establecido por la ley 3628. Con tal motivo se llevaron a cabo actos para reflexionar sobre los avatares de la protección patrimonial en nuestra amada y a veces tan maltratada Reina del Plata.

Pocos discuten hoy la importancia de la preservación del patrimonio para una sociedad, entendido como el conjunto de bienes intangibles y tangibles que se transmiten de una generación a otra. La memoria, las tradiciones, las expresiones culturales, entre los primeros, son constitutivos de la identidad de un pueblo. Pero no menos importantes son las concreciones materiales de esa acción cultural. Precisamente, es el patrimonio construido el que se recuerda en esa fecha.

Las voces no son tan unánimes cuando se debate sobre qué es lo que hay que conservar y qué no. Las posiciones tienden a tensarse entre dos extremos opuestos: por un lado están quienes consideran que todo tiene carácter histórico o patrimonial, y en consecuencia debe ser preservado, y por el otro, aquellos que ven en los restos del pasado sólo "cosas viejas", y por lo tanto desechables en nombre de la renovación y la modernidad.

Esta tensión entre enfoques aparentemente irreconciliables no es un fenómeno nuevo; el estudio de la historia nos demuestra que ya hemos pasado por situaciones similares. En efecto, a fines del siglo XIX y principios del XX, Buenos Aires, una vez que fue erigida en capital de la República, se dedicó fervientemente a deshacerse de su tradición hispánica y todo lo que recordara su pasado colonial.

La Casa de los Pavos Reales

Las polémicas no estuvieron ausentes. Una de ellas fue la que ocasionó la ya por entonces añeja Pirámide de Mayo. En el marco de la modernización de la ciudad, el intendente Torcuato de Alvear ordenó que fuera derribada. Sin embargo, el Concejo Deliberante, en la sesión del 8 de abril de 1884, manifestó "que los monumentos públicos, que las naciones levanten, para la perpetuación de los hechos gloriosos de su historia deberán ser conservados con religioso respeto por la posteridad independientemente de su valor artístico".
Precisamente por ese hecho, que podríamos considerar fundante de la preservación patrimonial en nuestra ciudad, se estableció que el 8 de abril de cada año se festejara el Día del Patrimonio Arquitectónico y Paisajístico.

                                                             Ex Confiteria El Molino

En materia legislativa se ha avanzado con la sanción de numerosas catalogaciones, las reglamentaciones de una gran cantidad de areas de Protección Histórica y la renovación del denominado Procedimiento de Promoción Especial de Protección Patrimonial (ley 3680), que obliga a que todo permiso de obra o demolición de los inmuebles anteriores a 1941 sean previamente evaluados por el Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales, para determinar si deben ser preservados o no.

Sin embargo, es mucho lo que aún queda por hacer. Personalmente, considero que hay dos temas que deben ser impulsados. El primero es que los propietarios de bienes patrimoniales deben ser compensados, para que no sientan la catalogación como un "castigo" que menoscaba el valor económico de sus inmuebles. Entre los medios para lograr esto, propusimos el procedimiento conocido como "transferencia de la capacidad constructiva", actualmente en estudio, que les permitirá tener un incentivo económico que los respalde para defender sus propiedades.

La Casa Mínima

El otro, superar el estadio de preservaciones de edificios individuales y avanzar en la protección de áreas, conjuntos, entornos, perspectivas, alturas; en definitiva, el paisaje entendido integralmente.
Es necesario poner el acento en el extraordinario patrimonio verde que posee nuestra ciudad, constituido por sus parques, plazas y jardines. Los mismos fueron diseñados y construidos por grandes paisajistas y merecen la misma protección que las obras arquitectónicas, aunque reconociendo su especificidad. Los jardines son obras de arte de extremada fragilidad, sometidas a agresiones de todo tipo, y por lo tanto deben recibir un tratamiento especial para su conservación.

Por este motivo he presentado un proyecto de ley que tiene como objetivo elaborar un catálogo de los parques, plazas y jardines históricos de la ciudad de Buenos Aires. Allí se instituyen como criterios de selección sus valores históricos, paisajísticos y su singularidad, y también se establece que las intervenciones por realizar podrán ser de mantenimiento, conservación, restauración o recuperación, y que deberán basarse en una exhaustiva investigación que incluya la documentación histórico-paisajística respectiva, evidencias arqueológicas y demás datos pertinentes.

Esperemos que en el futuro el 8 de abril sea un pretexto para profundizar nuestros conocimientos, reflexionar sobre las importantes implicancias que el cuidado del paisaje urbano tiene sobre nuestra vida cotidiana y comprometernos con la defensa de nuestra herencia, por nosotros y por nuestros descendientes.

La autora es legisladora de la ciudad de Buenos Aires por Pro