sábado, 9 de abril de 2011

Los cafés del tango

Cafe de los angelitos

En este periodo de tiempo se erigieron con fuerza los nombres de El Nacional, El Guaraní, El Ateneo, Germinal, Café de los Angelitos y el que aún sigue siendo un punto obligado en Buenos Aires, el Café Tortoni. Y era tan fuerte su peso en el imaginario porteño que en las décadas de los 30, 40 y 50 cualquier trasnochado podía encontrar reuniones de amigos que incluyeran a Pichuco, a Homero Manzi, a Discepolín y tantos otros hitos de la música.


Café Tortoni

Muchos son los lugares referentes en el imaginario del tango, forjados a través de las vivencias de quienes construyeron nuestra música ciudadana y reflejados en las historias que oímos de quienes participaron de aquella época y, por supuesto, en los tangos que en aquel entonces surgieron. Hoy vamos a hacer un breve repaso sobre los cafés de Buenos Aires.
Los cafés del Buenos Aires tanguero son el punto de encuentro y de reunión en donde (muchas veces) sin distinción de clases o proveniencia, la gente encontraba a sus amigos y en el trayecto se empapaba de la cultura popular porteña, el fútbol, los caballos, el billar, la literatura, la política y obviamente el tango.
Los documentos históricos indican que el café surge en la época colonial siendo una herencia transmitida por tradición española. Con el correr del tiempo y con la ayuda de las corrientes inmigratorias de fin de siglo XIX, el café fue convirtiéndose en la fusión de esto y la típica pulpería criolla.
Para principios y mediados del siglo XX el café (o cafetín) incluye una de las atracciones que lo convierte en referente: las orquestas típicas, que repartían su actividad entre los cafés, los cabarets, los carnavales y los clubes barriales, teniendo estos últimos pequeños espacios parecidos a los cafetines.
Es así como revisando el cancionero popular porteño podemos encontrar piezas como “Café de los Angelitos”, “Viejo Tortoni”, “Muchacho del Cafetín”, “Amurado” y el célebre “Cafetín de Buenos Aires” de Mores y Discépolo cuyos versos rezan:
                                              
                                                 Cómo olvidarte en ésta queja
                                                 cafetín de Buenos Aires
                                                 si sos lo único en la vida
                                                que se pareció a mi vieja.
                                                En tu mezcla milagrosa
                                                de sabihondos y suicidas
                                                yo aprendí filosofía
                                                dados, timba y la poesía
                                                cruel, de no pensar mas en mí.

Si bien los cafés siguen siendo un símbolo de nuestra cultura, el tango progresivamente se fue trasladando a otros espacios como el teatro, o los café-concert a partir de la década del 60 y luego en las llamadas “Tanguerías”. Hoy te invitamos a escuchar la formidable y emocionante versión del “Polaco” Goyeneche de “Cafetín de Buenos Aires”.